TRABAJO Y CIUDADANIA:
Opositores
de UBER
UBER, innovador, reciente e invasor. Se escucho que
hay bronca e ilegalidad. ¿Qué es exactamente UBER? Uber es una empresa
norteamericana, que facilita el movimiento de las personas, de forma similar
que un remís y/o un taxi. Su sistema se maneja a través del móvil con el
requerimiento de descargar una aplicación. Desde allí se contacta el servicio y
termina funcionando como cualquier otro sistema de transporte público, en donde
se le cobra un costo según la distancia. Esto, siendo una idea innovadora,
desafortunadamente trajo mucha polémica dentro del gremio de taxistas. Ellos
exigen que UBER sea “echado”.
Desde mi simple perspectiva, he visto en persona las
marchas y paros realizados por los gremios en contra de UBER y hablando de cómo
les están quitando trabajo. Pero las causas por las que UBER fue acusado
terminaron en no ser consideradas delito. Ahí yo me pregunto quién realmente
tiene razón, y hasta hoy se sigue debatiendo acerca de ello.
¿Pero qué hay del resto? ¿Qué lado de la moneda se
tiene que ver? El público general, la gente que utiliza estos servicios,
debería sentirse simplemente beneficiada de tener a UBER en la palma de sus
manos. Un sistema sencillo, innovador e útil que dio trabajo a choferes de este
ámbito. A donde se apunta es a aquellos
gremios de taxistas y remiseros. Estos son quienes tienen que preocuparse del
surgimiento de UBER. No digo que el problema entre taxistas y UBER deba ser
ignorado, sino que utilizar el sistema de UBER no es una razón para sentirse en
contra de los gremios de taxistas.
¿Qué motivos tienen los taxistas para enfadarse con
esta empresa norte americana? Lo que dicen es: “UBER es ilegal”. Palabras que
revolotean por todas las esquinas dentro de los taxistas. Pero hay resquemores
en ambos lados. Desde jueces que, a su criterio, no encuentran que Uber sea
ilegal y hasta los propios taxistas haciendo paro e insistiendo en que eso es
falso. Específicamente, ocurrió que el juez Luis Zelaya no dio
valida la causa en contra de Uber, diciendo que no encontró que el
denunciado esté cometiendo una ilegalidad. La denuncia se impulso hacia 33
choferes de este sistema, quienes fueron acusados por entorpecimiento del
transporte, desobediencia, competencia desleal, instigación a cometer delitos y
asociación ilícita. Es sorprendente decir que la instalación de Uber al país
haya sido de forma ilegal, principalmente porque ellos no cuentan con una
habilitación para realizar actividades del tipo lucrativas en el espacio
público, como lo dice el artículo 83 del Código Contravencional Porteño.
Incluso se sabe que los choferes de Uber no poseen una licencia especial para
transportar pasajeros.
En conclusión, los choferes no encuentran el apoyo que
requieren. Ellos se siguen oponiendo a la ilegalidad de Uber e insisten en
querer demostrar la ilegalidad de la empresa de EE.UU. Por ello habrá marchas,
y protestas, el conflicto continúa y no
se llega a conclusiones. Los taxistas siguen creyendo que su punto de vista es
el correcto. Y se debe escuchar su voz, su enojo y sus protestas. Realmente debemos
entender su queja y ver si es verdadero por lo que se protesta.
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